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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

jueves, 22 de septiembre de 2011

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "EN EL FARO Y OTROS RELATOS" DEL ESCRITOR CHILENO CRISTIÁN CISTERNAS AMPUERO EN EL "CAFÉ LITERARIO" EL 11 DE OCTUBRE DE 2011



“ANTOLOGÍA BREVE” DE ANDRÉS MORALES (Mago Editores) Y POEMAS/PJESME CON VIŠNJA LA VIAJERA (RIL Editores) POR MALÚ URRIOLA






La poesía no es otra cosa que un viaje hacia el sentido y el sonido.
Y si algo posee sentido, sonido, musicalidad es la poesía que ha producido Andrés Morales en 29 años de trabajo inclaudicable, si no me equivoco en las cuentas, desde la publicación de su primer libro por Ínsulas Extrañas aparecido en 1982 hasta esta Antología Breve publicada por Mago Editores y Poemas publicados por RIL Editores. Con más de 27 libros publicados entre poesía y ensayos poéticos, Andrés Morales ha producido una obra, una estética, una poética solvente que como lectora de poesía agradezco. Varios versos de Andrés me han quedado resonando por años, su dios malignamente humano que nos abre las puertas del infierno y “todos íbamos a ser Rimbaud”, aunque discrepe del sueño poético. 

El Cuarto Propio de Virginia Wolf y la amistad literaria

La poesía no es cosa fácil, y presentar un libro de poesía cuyo material de trabajo y objeto de deseo es la poesía misma, no es cosa menor. Cuesta encontrar un poeta que escriba poesía por sobre el relato personal, citadino, epistolar. Cuesta encontrar un proyecto poético serio, arriesgado, escrito por y para la poesía y que requiere de lectores inteligentes.  Si a eso le sumamos que conocí la poesía de Andrés Morales hace 24 años, en esta misma casa, que he seguido sus publicaciones, que tengo un gran cariño hacia su persona y una gran admiración a su fina y rebelde pluma pues este lanzamiento parecería casi un “acontecimiento”. 
La pulsión de su pluma ha trazado los distintos puntos de ese ejercicio solitario y gozoso de la poesía, de dialogar y repensar la poesía que es lo que le compete a un poeta.
Si me preguntara donde habita Morales, yo creo que me respondería entre libros de la poesía española y los poetas de la experiencia, la poesía croata, chilena, china, japonesa, inglesa y un largo etc.  Lo mismo que su nave entre universidades y aulas de literatura, en resumen entre “litteras”.  Por eso cuando versa “escribo sobre la piedra” y repite el verso tres veces como una contraseña nos abre la pétrea puerta de una historia que a pocos importa, pero que tanto ha enriquecido y embellecido la vida de muchos de los que estamos esta tarde convocados aquí: La historia de la poesía.
Antología Breve de Mago Editores, es una antología donde el antologador pareciera ser el mismo poeta, donde el autor dialoga con otros poetas las cuestiones que le competen a la poesía y donde repiensa varios roles: el rol del poeta y sentido de la poesía desde el cristal de un par de objetos atesorados: espejos que devuelven la propia imagen de la poesía y botellas lanzadas azul de la memoria como un canto maldiciente que reniega del canto.
Mar y memoria hacen las veces de vehículo y contenido en la poesía de Morales, que trazan un puente con personajes de otros géneros literarios.
El exitoso actor James O’Neill, ídolo y protagonista de El Conde de Montecristo de Alexandre Dumas, nacido en los años 20 y padre del dramaturgo Eugene O’ Neill. Con quien discute una cuestión fundamental que diferencia a la poesía del género dramático:

“Porque esto de mirarse en los espejos
no es juego, amor, ni nada;
esto de mirarse es algo serio
y no se ría nadie, es algo muerto”.
“un sabor inexacto de comedia”, versará Morales más adelante.
“(El médico sacude la cabeza y Eugene O’Neill llora
como nunca lloró en un estreno).”

Viaje, poesía y muerte hacen el transcurso de un camino en la poesía de Andrés, para “Morirse como un caballo de piedra” O escribir la palabra caballo y ella tan sola nos devolviera una figura, una imagen que parece eternizarse en la vieja edad de la piedras.

 “ceremonia, rito de lenguaje el rostro de las horas
el brazo que recorre y no respira”
“La rueda vuelve siempre al centro de su cielo
y todo se detiene y habla y permanece”.

Para leer la estética poética de Morales hay que desentrañar sus señas de viaje. Su incredulidad, su videncia, su fina ironía inscrita en el poema Los videntes:  

Lo que pasa es que ni Verlaine,
ni un poeta menor, ni aquellas líneas
del pequeño escribano de la corte.
Nada, ni en el aire, ni un poema:
Todos íbamos directo al matadero”.

Textos litúrgicos, un réquiem para un réquiem que se aguarda entre paréntesis como un espacio de silencio, un punto aparte, un dios que abre las puertas del infierno, un:
“oír lo que se ahoga detrás de las palabras
y ver en la ceguera”.
La ironía del poema Juicio Final, refresca la esperanza del que ve más allá de los mitos:

Juicio Final
¿Y si ese día,
Dios,
nos hemos ido todos?

Por otra parte En Poemas de Andrés Morales y VIŠNJA MILOHNIC
Poeta y madre se vuelven texto poético en una geografía de paisajes lejanos donde se escribió un viaje común, un origen común, un destino familiar, un tránsito comunitario de dos seres que además compartieron el viaje de la vida. Los poemas de Višnja transitan y dejan sus improntas como el relámpago de Cuba dedicado a Andrés. Y el poema de Andrés dedicado a su madre, donde el poeta se inscribe nombrándose: De allí Andrés recuerda los años venideros.
Para quienes amamos la poesía sabemos lo que la palabra recuerdo porta en su significado y tiempo, tanto para la filosofía, como para la historia. Pero en la poesía cobra un lugar, un territorio al que veces el poeta acude a buscar a aquel que fue, antes de las palabras, cuando el sustantivo naturalista y el adjetivo desasosegado era o latía a punto de desbordarse de lleno en el lenguaje.
La relación y el diálogo que establece o no, un texto con otro, entre el poeta y su madre, nombran esos recuerdos, esos trazados de vidas y viajes, ese desarraigo y al mismo tiempo el goce de hacer del mundo un solo territorio. Madre e hijo, establecen una relación poética que si bien tenían en la vida cotidiana, queda inscrita con la publicación de Poemas.
La traducción tampoco es antojadiza, es la lengua madre de un amor, una complicidad con la que tuve el lujo de compartir algunas veces. La última fue en Cinzano de Valparaíso, donde brindamos por la poesía y por la vida. Como brindaremos esta noche por la poesía de Višnja la viajera y sobretodo por la poesía de Andrés Morales, que nos encandila con su belleza.
Santiago, 15 de septiembre de 2011

PRESENTACIÓN DEL LIBRO “ANTOLOGÍA BREVE” DE ANDRÉS MORALES POR HÉCTOR MONSALVE V.






Antes que nada quiero referirme brevemente y desde la emoción al homenaje de Andrés a su madre, que es la publicación de este libro Poemas/ Pjesme de RIL Editores y que me parece es un gesto de amor difícil de igualar, que habla acerca de quien es Andrés Morales, de su nobleza. Este libro es un diálogo único, un encuentro espiritual a través de la poesía, que se materializa en versos y en un canto común. Sólo puedo decir acerca de este gesto que quisiera entregar algún día un homenaje de esta magnitud, con este alcance, para retratar y dar a conocer mi cercanía con alguien, mi lenguaje común; nuestra poesía.

Respecto a la Antología Breve de Andrés Morales de Mago Editores.

Existen poetas, músicos, pintores, que ciertamente tienen como objetivo y además la capacidad de transformar nuestra percepción de la realidad, sumándonos a su propio asombro e intensificando nuestras sensaciones, sentimientos, estados de ánimo. Y en un segundo somos por decirlo de alguna manera "modificados por la obra" y adquirimos la posibilidad de ver cosas que antes no veíamos, de recordar cosas olvidadas, de sentir incluso (si es que antes hemos perdido ese capacidad). La intención primera aquí del poeta, es cambiar al sujeto, modificar su estado de conciencia, remecerlo.

Otro poetas, en cambio, parecen tener un objetivo distinto. Y entonces además de lo anterior o a veces en vez de lo anterior, tienen como objetivo el crear nuevas realidades y son capaces de ello. Y ahora es la "gran obra" la que se transforma. Este propósito personalmente me parece mucho más difícil que el primero, sin desmerecer las dificultades que tiene el primer intento. Pero crear una nueva realidad y sólo entonces, abrir un ventana intrusa a través de poemas, y permitir que el lector vea un mundo personal y siempre por supuesto misterioso, para mi es un intento mayor y a la vez menos reconocido en el corto plazo.

Andrés Morales a través de su obra, que se reduce aquí en esta antología breve, abre una ventana hacia una realidad personal y regala ese universo al lector.

Comencemos diciendo que una mirada nueva nos transforma siempre en extranjeros, he intentamos entonces adecuarnos (como si miráramos de pronto el sol de frente entre los árboles), y buscamos entender los símbolos, codificar las señales, sentirnos cómodos lo más rápido posible. Lo que pasa por empatizar con el ambiente, por sentir que comprendemos finalmente quienes somos, donde estamos; ser y tiempo.

Encuentro en los versos de Andrés una preocupación absoluta acerca del lenguaje y desde el lenguaje. Y a través de su canto converso con Humberto Díaz Casanueva, con Anguita, encuentro a Borges, Rojas, Huidobro. Descubro a Lorca.

Pablo Neruda, aprovechando que estamos en su casa, en su discurso para recibir el premio Nobel de literatura, dice dos cosas que de pronto me parecieron que tenían directa relación con esta antología, con la poesía y con el poeta Andrés Morales y que eran por lo tanto importantes de mencionar porque entran directo en el tema del ser, que me parece es una de las grandes búsquedas de esta poesía.

La primera frase: Todos los caminos llevan al mismo punto: a la comunicación de lo que somos.

El canto de Andrés es, para mi, un tanto oculto, difícil de descifrar, pero a las vez cierto; como el grillar de un grillo en una noche sin luna. Un son metálico, rítmico; certero y triste también, pero de una tristeza imposible de traducir, imposible de abarcar.

En estos poemas se visita un mundo en donde el tiempo es algo difuso, como una neblina en la carretera del cualquier poema y Dios, Dios parece haber creado este mundo detenido con algunas copas de más. En los poemas de Andrés Morales Dios duerme, probablemente una vieja resaca, una joven desidia.

Con un vocabulario terrenal más que abstracto, Andrés Morales se enfrenta al radical problema de la soledad del ser, de esa soledad terrible frente al paso del tiempo. En estas hojas la naturaleza y los objetos se desordenan y desconciertan y se transforman en múltiples voces que presienten, que niegan o abandonan, provocando el ambiente del canto.

Y entonces Andrés, te pregunto: ¿Qué sabor inexacto de comedia llevas puesto como un O'Neill eterno, detenido en el tiempo?¿Qué búsqueda reciente en tus poemas, como comenzando siempre, con el peso duro de una cosmología cristiana que marca ciertas profundas interrogantes, presente en imágenes y en una virtud un tanto a destiempo? Y todo rodeado por varias botellas que hablan de soledad, de un descorchar triste, sin la fiesta detrás, sin los amigos.

Pero ¿cómo comunicar lo que somos si estamos en el proceso de crearlo, si estamos construyendo recién nuestro fantasma?

Y aquí la frase dos de Neruda: Nosotros mismos vamos creando los fantasmas de nuestra propia mitificación.

Y en esto quiero detenerme un segundo, porque Andrés es un personaje singular, todo en él parece ser poesía. Todo su ser parece estar enfocado en esta tarea. Y entonces en su caso si, me parece, es necesario mencionarlo para poder entender su obra, porque existe una relación muy potente entre su personaje, toda una suerte de anécdotas que el guarda y comparte y la construcción del poeta Andrés Morales. Un poeta prolífero, serio y dedicado a trabajar la palabra y a la vez lleno que vida poética, de relaciones y nexos con el mundo de la poesía. Andrés parece estar creando los fantasmas de su propia mitificación de forma natural.

Finalmente, quiero hacer mención al tema del tiempo, que me parece es la segunda gran búsqueda de esta poesía.

Andrés dijo hace poco, en una ocasión en que estaba rodeado con gente que me parece que el quería mucho. Les dijo: Todos estamos detenidos en el tiempo. Lo sorprendente para mi fue que, por la forma en que lo dijo, parecía creerlo firmemente. Y entonces de pronto sólo se podía descifrar ese instante desde un estado quieto, desde un punto fijo, desde lo que en algún momento yo he llamado en mi propia poesía: una pausa pura. Desde esa mirada (o inquietud) yo me siento muy cercano a la búsqueda de Andrés y valoro su ejercicio, su intento serio y profundo a través de todo su ser, ocupando todo su tiempo en hacer visible eso que algunos llaman la intuición absoluta.


15 de septiembre de 2011


IMÁGENES DE LA PRESENTACIÓN DE LA "ANTOLOGÍA BREVE" Y "POEMAS/PJESME" DE VISNJA MILOHNIC ROJE Y ANDRÉS MORALES MILOHNIC EN "LA CHASCONA" EL 15 DE SEPTIEMBRE DE 2011 31 DE MARZO DE 2011










martes, 13 de septiembre de 2011

"WAMBA", POEMA INÉDITO DE HAROLD ALVARADO TENORIO (COLOMBIA)





En este lugar,
un desocupado Caballero Hospitalario
de la Orden de San Juan de Jerusalén
ordenó durante cuarenta años
las tibias, los fémures y las calaveras que ves.
Es la Huesera de Wamba,
un rey godo coronado
a la muerte de Recesvinto
hace 1339 años.
Nadie sabe quien fueron,
ni que hicieron,
ni nos importa ahora.
Por causa de su pobreza
no tuvieron sepultura.
Sólo eso sabemos.
Recuerda, entonces, viajero
que todos somos de Wamba,
Wamba es nuestra tierra.
Wamba fue nuestro ayer
y será el mañana.


"POETRY SLAM" EN BARCELONA, EL JUEVES 29 DE SEPTIEMBRE DE 2011



PRESENTACIÓN DEL LIBRO "MORADA Y MEMORIA" DE LA ENSAYISTA E INVESTIGADORA CHILENA ROSSANA CASSIGOLI EL MIÉRCOLES 14 DE SEPTIEMBRE DE 2011 EN LA SEDE DE LA "SECH", ALMIRANTE SIMPSON, 7



POEMA INÉDITO DEL LIBRO "ESCRITO" DE ANDRÉS MORALES





[CARTA SUICIDA EN FORMA DE “POEMA” DEL JUDÍO DAVID BETECH LEVY, MUERTO POR HERIDA DE BALA EN LA CABEZA; ENCONTRADO EN EL SITIO DEL SUCESO, BERLÍN, 22, ZIMMERSRAßE, A LAS 23:45 HORAS DEL DÍA 30 DE JUNIO DE 1934.]

(Del informe de la SCHUTZPOLIZEI)


Pensé en una carta o en dejarte escrito
lo último que dije la otra noche ciega.

Pensé en lo terrible: en aquel “Domingo triste”
y en esa aguja repitiendo el ruido sordo del final.

Pensé en un discurso. Pensé en una arenga.

Pensé, lo confieso, nunca hacerlo, nunca.

Pero entonces fue un verso la única manera
de no decirte adiós, de no decir te quiero.
de no compadecerme, de no culparte nunca,
entonces fue ese verso que abrió mi cráneo entero
como esta bala cierta de plomo y no palabras:

Conozco una razón para vivir:
esa es la muerte.


(A José Salomón)



[SELBSTMORDBRIEF IN FORM EINES “GEDICHTES” DES JUDEN DAVID BETECH LEVY, DER AN EINEM  KOPFSCHUSS STARB; AUFGEFUNDEN AM ORT DES GESCHEHENS, BERLIN, ZIMMERSTRASSE 22, um 23.45, am 30. JUNI 1934.] 

 (Aus dem Bericht der SCHUTZPOLIZEI )
 
 Ich dachte an einen Brief, oder daran,
 Was ich Dir in der letzten schlaflosen Nacht sagte aufzuschreiben.
 
 Ich dachte an das Schreckliche: an jenen “Traurigen Sonntag“
Und an jene Nadel, die den stummen Lärm des Endes wiederholte.

Ich dachte an eine Rede. Ich dachte an eine Ansprache.

Ich dachte daran, ich gebe es zu, es niemals zu tun, niemals.
 
Aber dann war ein Vers die einzige Möglichkeit,
Dir nicht Lebewohl zu sagen, Dir nicht ich liebe Dich zu sagen.
Kein Mitleid mit mir zu haben, Dir keine Schuld zu geben, niemals.
Dann war es dieser Vers, der meinen gesamten Schädel öffnete
 Wie diese gut gezielte Bleikugel, und keine Worte:

Ich kenne einen Grund zu leben:
 
 Das ist der Tod
(A José Salomón)


  (Traducción al alemán de Horst Nitschack)